El sistema familiar está basado en una estructura clásica de jerarquías, donde los padres son los responsables de la crianza de los hijos y los hijos se limitan a obedecer; sin embargo, hay que reconocer sus funciones dentro de la unidad familiar. En su futura importancia como seres individuales, se dice que los niños representan el futuro, pero, realmente, ¿cuál es el rol o la influencia que ejercen los hijos dentro de la familia?
EL HIJO, LA PAREJA Y LOS VALORES
La llegada de un hijo afecta considerablemente la relación de una pareja, desde el aspecto emocional, de carácter, hasta las responsabilidades que esto representa. Además de fortalecer la institución familiar, los hijos demandan buen ejemplo, fortalecen la unión de pareja, consolidan el vínculo y la fidelidad.
Según explica el psicólogo Anel González, el hijo no sólo llega a ocupar un lugar físico, sino que llega a ocupar en la pareja un papel psicológico de confort, bienestar de ser padre o madre responsable.
DEBERES EN EL HOGAR
Subestimar las funciones de un hijo dentro del grupo familiar o apartarlo de las decisiones es un grave error. Los expertos recomiendan que, dependiendo de la edad, a los hijos se les debe asignar funciones determinadas como labores en el hogar, de esta forma se les integrará al núcleo familiar. Pero hay que tener cuidado con las responsabilidades que se les asignen, éstas deben ser sólo de cooperación. Jamás se le debe asignar a un niño deberes de adultos.
Si se trata de un hijo de mayor edad, incluso se puede invitar a que coopere con la manutención del hogar.
¿POR LOS HIJOS?
Muchos jóvenes algunas veces adoptan la función de mediadores en la relación de sus padres y la influencia de los hijos es tal, que muchos padres deciden permanecer juntos creyendo erróneamente que le hacen un bien a su hijo. El Dr. González sostiene que cuando una pareja ya no puede con su relación, no debe condicionar el hecho de continuar viviendo como pareja al hecho de que tiene un hijo. La presencia de los niños frente a un conflicto de pareja va a afectarlos, y aunque no son quienes deciden, sí deben ser considerados en el momento que los padres decidan terminar su relación, deben ser preparados emocionalmente y tratar de hacer la separación lo más llevadera posible.
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