Ambos equipos han mostrado en la fase previa que apuestan por la ofensiva, por lo que es de esperar que mañana en Múnich se dé un partido abierto y, si la temperatura lo permite, con un ritmo alto y constante.

Los alemanes llegan al partido contra Suecia sin dudas ni bajas y con todos sus jugadores en plena forma, lo que ha sido aprovechado por el seleccionador Jürgen Klinsmann para elogiar el trabajo de sus médicos y de sus preparadores físicos.

Del lado sueco, la gran duda es el delantero Zlatan Ibrahimovic, una de las máximas estrellas escandinavas junto con Henrik Larsson, que tiene un problema en los abductores y que, aún antes de la lesión, no estaba en plena forma física.

El seleccionador sueco, Lars Lagerbaeck, ha manifestado su esperanza de que Ibrahimovic pueda jugar, pero queda la duda si, por lo visto en los primeros partidos, no termina decidiéndose por Marcus Allbaeck, que en la primera fase tuvo un mejor rendimiento que el jugador del Juventus de Turín.

Alemania llega al duelo ante Suecia con una formación titular clara, que en la primera fase sólo cambió en dos posiciones -Tim Borowski estuvo en el partido inaugural por lesión de Michael Ballack y Robert Huth en el duelo ante Ecuador, para darle un descanso a Christph Metzelder- por lo que no parece que pueda haber sorpresas en la alineación.