Pueden transmitir valores familiares y mantener el vínculo entre las generaciones.

Pueden ayudar en la educación, mediando en la comunicación entre padres e hijos. Intentando apaciguar ambos lados en caso de que haya problemas.

Pueden apoyar al padre o a la madre divorciada. Pueden suplir en consejos y en cuidados la falta del otro.

Pueden aprender con sus nietos, acercándose más a las nuevas generaciones.

Pueden cuidar de los niños cuando los padres no lo pueden hacer.

Pueden contarles cuentos a ellos, les agrada mucho.