Sobre su permanencia en el cargo, Guimaraes señaló que habló con el presidente de la Federación de Fútbol, Ariel Alvarado.

"Para ambos lados será decisión de ellos, pero es un hecho que no voy a seguir. Los técnicos vivimos de los resultados, y sólo queda rendir un último informe, conversar, darnos la mano y seguir mi camino", argumentó.

Igual de cabizbajos estaban los miembros de la selección panameña de fútbol al arribar ayer a suelo patrio, luego de su derrota el domingo ante El Salvador, 3-1, que acabó con sus aspiraciones de clasificar al Mundial de Sudáfrica 2010.

"No sé con qué cara salir al pueblo panameño. Le quitamos las esperanzas, esto es muy doloroso. Pido que no busquemos culpables. Venimos a darle la cara a los panameños y espero que nos perdonen", fueron las primeras palabras del volante Luis Henríquez, al llegar al país procedente de El Salvador.

Por su parte, el defensor Luis Moreno, al ser consultado sobre el partido, precisó que "los cambios no fueron buenos", enfatizando que ya no se puede hacer más nada.

En este sentido, el técnico Guimaraes aseguró que "estamos desencajados, ninguno está conforme. Estamos decepcionados, y yo como jefe mucho más".

Precisó que personalmente ha visto y vivido muchas situaciones, pero "jamas he visto algo como lo que pasó ayer (el domingo). Estamos tratando de encontrar las explicaciones".