La vida de Arsenio Ortiz no ha sido fácil, tras sufrir de polio a sólo meses de nacido, perdió la movilidad de su cuerpo. Ahora, con 24 años de edad, permanece postrado en una vieja silla de ruedas, pues quedó discapacitado y lo único que hace es sonreír y emitir algunos sonidos.
Arsenio vive junto a Carmen, su madre, y su abuelo en el apartado sector conocido como Río Año, en el corregimiento de Capellanía, distrito de Natá, donde no tienen energía eléctrica y los buses de transporte no llegan, debido al mal estado en el que se encuentra el camino.
AYUDA
Carmen manifiesta que su situación es dura, ya que no cuenta con los recursos necesarios para construir una casa apropiada y lo poco que gana es para mantener el hogar y pagar los medicamentos que utiliza su hijo.
Por la edad de Arsenio, se hace difícil cargarlo, sobre todo su abuelo, que es quien lo cuida cuando su madre sale a realizar algunos trabajos, él necesita una silla de ruedas nueva.
Además de un colchón cómodo, ya que el que tiene está completamente deteriorado.
Su abuelo, Martín Medina, no pierde las esperanzas de que Arsenio pueda tener un lugar digno para vivir, porque la vivienda sólo tiene dos cuartos de bloque, sin repellar y la otra mitad de la residencia es de lata, al igual que la del señor Medina.
El señor Medina solicita el apoyo de las autoridades, porque cuando Ortiz enferma lo deben sacar arrastrado en la silla hasta Capellanía y la situación se empeora en el invierno cuando el camino se convierte en un lodazal.
Actualmente, el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial de la provincia de Coclé está elaborando un estudio técnico y social de la residencia de Arsenio para determinar el tipo de mejoras que se le realizará, por ahora tendrán que esperar.
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