Lo más extraño es que los miembros de la familia no estaban por ningún lado.

La voz de alerta la dio una vecina que se percató de que la puerta de hierro estaba abierta y, al ingresar, vio que los muebles estaban desordenados. Su mayor preocupación fue cuando descubrió que el perro muerto, por lo que decidió salir y avisar a la Policía.

INVESTIGACIONES
Al lugar llegaron las unidades de la DIJ que tomaron muestras dactilares en varios lugares de la residencia. En la inspección comprobaron que la ventana lateral fue violentada y los enseres estaban tirados en el piso.

TESTIGOS
Los moradores manifestaron que la noche del martes observaron a varios sujetos que ingresaron por la ventana de la vivienda D-42.

Al parecer, la casa era de alquiler. Horas después llegó la propietaria para atender la situación, pero no dio declaraciones.