Sentimientos de tristeza, dolor, frustración, llanto y decepción embargan en estos momentos a los jugadores. Ellos se niegan a aceptar la tormentosa realidad y la pesadilla que significó este sueño.

Sus almas están oprimidas, acongojadas, marchitas... Sus corazones rotos y desilusionados, sienten el pinchazo de una espina clavada y laten lentamente como si poco a poco fueran a dejar de palpitar; mientras al mismo tiempo luchan por superar este mal episodio, y con fe y esperanza conseguir un mejor despertar.

Ayer, después de 72 horas de vivir una de las experiencias más oscuras y dolorosas que puede tener un futbolista, varios protagonistas hablaron amablemente con DIAaDIA.

ORGULLO PATRIOTICO HERIDO
Rolando Escobar, mediocampista clave y que se convirtió en otra de las víctimas del seleccionador Alexandre Guimaraes, dijo que todavía no supera la inmensa tristeza de haber perdido ni se explica por qué ocurrió... Su "orgullo patriótico está herido" y lloró de rabia... de impotencia.

"Todavía sigo muy triste porque se perdieron muchas cosas, y muy apenado con el pueblo panameño que nos apoyó, porque luchamos por clasificar. El día que llegamos no sabíamos ni cómo mirar a las personas, porque en parte no tuvimos culpa, pero en parte sí, porque éramos nosotros los que estábamos en la cancha", expresó.

Escobar admitió que cuando el técnico lo sacó, al principio se frustró y se molestó porque sabía que estaba jugando bien, pero después entendió que las decisiones son técnicas y tiene que aceptarlas.

No obstante, expresó que cuando el equipo perdió la pelota y se vino abajo, se sintió muy triste porque estando afuera ya no podía hacer nada.

"En ese momento, yo quería estar adentro al igual que Baloy, que estaba a mi lado en la banca, porque como todo jugador quería morir dentro de la cancha y ver que te sacan sin motivo, duele mucho. Al igual que otros compañeros, lloré".

Pero Escobar no es el único que siente tal decepción, pues según dijo, sus antiguos vecinos y actuales amigos en Los Andes #1, también están tristes y molestos por lo que le hicieron a él.

Como todo un profesional, Escobar evitó responder directamente a lo señalado por Guimaraes en su página web de que "no tuvimos ese corazón de campeón, de ganadores", y sólo expresó que "el equipo demostró lo que quería, le metió ganas y corazón porque nombre por nombre todos dieron la vida".

Por último, consideró que el arbitraje tuvo mucho que ver en el resultado del partido y fue precisamente eso lo que le complicó las cosas al técnico. "Creo que él se siente mal, porque ese no era su objetivo", precisó.

PENEDO: "NO TENGO ILUSION"
"Ay Dios mío, yo no sé ni qué decir". Después de un largo suspiro, de esta forma respondió el arquero panameño Jaime Penedo, cuando fue abordado ayer minutos antes de que viajara hacia Guatemala, donde ahora buscará refugiarse en su equipo Municipal para tratar de sobrellevar tanto sufrimiento.

"Te soy franco, sinceramente estoy destruido, no tengo ilusión ni ganas de nada, no sé cómo hacer para recuperarme, todos los días me paro y no lo creo; la magnitud es tan grande y dolorosa, que aunque la familia trata de darte ánimo y energía positiva, al rato vuelve la tristeza, ésta era la oportunidad de nosotros. ¡Ay Dios mío!, yo no sé ni qué decir, esto es muy difícil, claro que se llora por el dolor", expresó.

Al igual que Escobar, Penedo manifestó que muchos factores incidieron en la derrota, porque el técnico falló, el árbitro hizo lo suyo, pero ellos eran los que jugaban.

"Fueron muchas cosas, quizás si yo hubiese parado el penal, otra hubiese sido la historia y siempre que me meten un gol me digo eso", subrayó.

Con relación a lo expresado por Guimaraes en su página web, Penedo respiró y después de unos segundos de meditación, respondió que no apoyaba eso, porque la debacle vino a partir del cambio, pero más allá, después de que le anotaron el primer gol.

FUTURO
Mientras Escobar espera que se concrete alguna oferta en el exterior, Penedo prevé unirse hoy al Municipal con el que jugará la prechampions.