En 36 meses, más de 5, 500 privados de libertad estrenarán nuevas instalaciones que, según el ministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, serán estructuras dignas y cómodas y no “galpones para meter gente”, como lo que hay ahora.

Luego de que el pasado 9 de junio se aprobara en Consejo de Gabinete la firma del contrato para el proyecto, se escogió a la empresa colombiana UM Panamá, como encargada de esta obra.

Ramón Álvarez, representante del consorcio UM Panamá, explicó que las celdas serán con cerraduras triples, pabellones a la vista de los custodios. También dijo que contará con los más altos estándares de seguridad y las últimas tecnologías en el tema de centros penitenciarios.

Agregó que también se cumplirá con la parte de resocialización, ya que dentro del penal se construirán edificios para dar talleres, canchas y centros de capacitación para que los internos puedan incluirse en programas de renovación.

El representante del consorcio añadió que el proyecto iniciará con una etapa interventora, en la que autoridades panameñas supervisarán a cabalidad cada uno de los instrumentos que se pondrán en la obra, y durante la construcción de las estructuras se realizarán inspecciones al proyecto.

Serán unas 650 personas que trabajarán para este proyecto, que en 18 meses se prevé tengan lista la primera parte, para empezar a trasladar los primeros reos.

Esta empresa ha participado en la construcción de más de cuatro centros penitenciarios en Colombia.

COSTO
El costo de la obra es de 155, 562, 750 y cubrirá unas 30 hectáreas de terreno.