Momentos en que Próspero Ortega hacía el simulacro del día de la tragedia. (Foto: Jesús Simmons / EPASA)
Carolina Sánchez
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Con lágrimas en los ojos y gestos de aflicción, pero con la esperanza de que se haga justicia, familiares de las víctimas de la tragedia del bus 8B-06 de la ruta Mano de Piedra-Corredor estuvieron presentes en la reconstrucción del caso. El 23 de octubre del año pasado murieron calcinadas 18 personas que viajaban en ese bus.
A tempranas horas de ayer, en la avenida Martín Sossa (frente a Hosanna) se inició la reconstrucción de los hechos dirigida por la fiscal Primero de Circuito, Cristina Cedeño, quien dijo que cada una de las personas que lamentablemente estuvo involucrada tendrá que narrar lo vivido el día del siniestro.
Ariel y Próspero Ortega, dueño y conductor del bus, respectivamente, fueron los primeros en ser interrogados por los peritos. En la noche le tocó el turno a cuatro testigos. Hoy se espera que los demás sobrevivientes respondan algunas preguntas.
Mientras la reconstrucción se daba, el resto de ellos esperaba en el hotel Vía España.
LA MAS JOVEN
Allí estuvo presente la pequeña Surielys Rodríguez, quien el día del incendio iba con su abuela Concepción de Ortega, pero ayer estuvo sólo como espectadora. Por milagro de Dios pudo salir por una ventana.
En tanto, Alejandro Pérez, psiquiatra forense del Instituto de Medicina Legal, explicó que a cinco sobrevivientes se les practicaron exámenes médicos y se determinó que padecen del Síndrome General de Adaptación.(temor a ir en un bus).
TRANQUE
A la 6 de la mañana se cerró la avenida Martín Sossa, lo que provocó tranques en distintas arterias de la capital. Esto causó que cientos de panameños tuvieron que caminar desde la salida del corredor hacia la vía España.
EL BUS 8B-06T
Tenía modificaciones en las ventanas, en el sistema del aire acondicionado y puestos adicionales.