Con la yema de los dedos de ambas manos, una en cada lado, frote su cráneo suavemente, como si se estuviera lavando la cabeza.

Con la punta del dedo índice, tanto de la mano izquierda como derecha, frote la sien de manera circular, con suavidad.

Utilice el dedo índice y pulgar de ambas manos, y colóquelos en la parte lateral de cada oreja, realizando un suave masaje.

Por último, cierre y tape sus ojos, cada uno con cada mano y quédese así por cinco o diez minutos.