Imagínense que presentó a su nuevo novio como el Príncipe de Rashid de Dubai. ¿Cómo? Aparentemente, le hizo una mala jugada al director del Gran Hotel de Estocolmo, lugar donde suelen hospedarse los miembros de la realeza, mandatarios y celebridades.

La modelo avisó al hotel de su llegada con su nuevo novio, el que dijo que era el Príncipe Rashid de Dubai.

Ante tal anuncio, los del hotel se pusieron en marcha y recibieron a la pareja con todos los honores. Fueron alojados en la mejor suite y tratados como "súper VIP".

Durante toda su estancia, el personal del hotel hizo reverencia, regalos, flores y cuidó que siempre dispusieran de frutas frescas y una limusina en la puerta.

Todo fue sobre ruedas para la Naomi Campbell y su acompañante, hasta que al señor Wallenberg, director del hotel, se le ocurrió telefonear a la embajada de Dubai para asegurarse de que el joven que acompañaba a la top model, era el hijo mayor del rey Mohamed.

Fue entonces, que se enteró de que ese hombre era un vendedor de ropa, que no tenía ninguna relación con la familia Real de Dubai. ¡Qué pena! Wallenberg, a quien no le gustó la broma, la declaró "persona non grata".