El arrecife artificial consiste en llantas amarradas con pilotes de cemento, que son los fondos para que en los neumáticos usados se peguen los corales y las plantas marinas, a fin de que la pesca sea un poco más abundante en la playa de Aguadulce, sobre todo para los pescadores artesanales.

Los pilotes tienen como trabajo que las corrientes marinas no se lleven las llantas, las cuales están colocadas cerca de la boya conocida como La Recalada, en donde se tienen ya colocadas unas 350 llantas y se espera tirar en total unas mil.

Para completar esta labor, se tienen que realizar varios viajes para trasladar las llantas, recibiendo los pecadores el apoyo de la Misión Técnica de Taiwán, ente que corre con los gastos del transporte. De esta forma, se pueden seguir enviando los materiales para continuar con el proyecto.

Para la creación del arrecife artificial, los pescadores fueron asesorados por los expertos taiwaneses y colegas de Santa Ana de Los Santos, quienes llegaron al lugar para demostrarles cómo se hacen estos arrecifes.