Les duele dejar su vieja casa, pero tendrán que adaptarse. Ese es el sentir de los arrendatarios del Mercado Público de San Felipe ante la futura ubicación de este local en la antigua aduana, frente al edificio EDEM, en avenida B.
Los arrendatarios no se muestran muy optimistas con este cambio, ya que a su juicio los módulos van a ser más pequeños y presumen que el negocio no tendrá mayores ventajas, pues actualmente este negocio "está por el suelo".
Algunos se atrevieron a decir que los puestos que se les adjudicarán serán de acero, supuestamente para evitar la presencia de las cucarachas, pero advirtieron que esos "animalitos" están por todas partes.
DIAaDIA recorrió las nuevas instalaciones del Mercado Público. Allí se está trabajando en los últimos acabados de cada módulo. Se notó el orden en la ubicación de los mismos, entre ellos el cuarto frío o "deshuesadero", puestos de carnes de diferentes tipos, legumbres y frutas, puestos para fondas y restaurantes, abarrotería para la venta de granos y especies, entre otras.
Ana Patricia Quijano, gerente de Servicios Municipales, manifestó que todo este proyecto avanza en un 80%.
Comentó que aún falta la instalación de la planta eléctrica y los equipos de refrigeración; sin embargo, deben estar instalados a finales del mes.
Dijo que aún no tiene fecha de cuándo puedan terminar estos trabajos. Una de las tareas pendientes son las labores del piso de toda la instalación para luego dar los últimos toques, en cuanto a puertas se refiere.
Quijano estimó que en dos meses aproximadamente deben concluir todos los trabajos, siempre y cuando las lluvias no retrasen los mismos. DIAaDIA pudo conocer que tan pronto los arrendatarios evacúen el viejo Mercado Público será demolido, por lo que se está coordinando esta acción con patrimonio histórico, IPAT y Oficina del Casco Antiguo. Aún se desconoce qué se construirá allí.
DETERIORO
El viejo mercado está impregnado del cebo de la carne que allí se vende. Aún así tiene su clientela que no le falla.
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