Hay preocupación y descontento. Esa fue la reacción de las autoridades de la Universidad de Panamá, al descubrir una sorpresiva modificación al artículo 95 de la Constitución Nacional, el cual le otorga a la "Primera Casa de Estudios" la facultad de fiscalizar, evaluar y acreditar a las universidades particulares y revalidar los títulos que vienen del extranjero.
El rector, Gustavo García de Paredes, explicó que este cambio, que pareciera inocente, le da esa función al Estado, y éste optará por la participación de las universidades oficiales.
García de Paredes expresó que ésta es una reforma que golpea a la entidad, pues no fue consultada y desmejora la calidad de la educación superior en Panamá.
Dijo que como esto se manejará políticamente, serán aprobadas gran cantidad de universidades que no cumplen con los requisitos mínimos. Mientras tanto, los diferentes gremios estudiantiles del Campus y en los centros regionales, se declararon en estado de alerta, puesto que no permitirán la aprobación de esta ley. Advirtieron que hoy se estarán congregando en los predios del Palacio Legislativo, para mostrar su rechazo a esta reforma.
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