Enamorarse en la oficina es muy común, pues se pasa más tiempo en la oficina que en la casa. Aunque muchas personas recomiendan no enamorarse en el trabajo, la mayoría sucumbe ante la tentación. Un caso muy extremo es que uno se enamore del jefe... ¡horror!
Para que pueda sobrepasar estas circunstancias, siga estos consejos:
Si su jefe es de buena reputación, debe tener cuidado. Hay jefes que tienen fama de "Don Juan", así que pele el ojo y no sea una más en la lista. El anillo debe tomarlo como un "stop" automático. Desconfíe si cuida mucho de guardar las apariencia dentro y fuera de la oficina. Evite a lo máximo hacer demostraciones románticas en el trabajo. No se le ocurra llamarlo por el seudónimo que utilizan en la intimidad.
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