Los padres de Irving Saladino, a través de la magia de la tecnología, pudieron conversar con él. (Foto: Hermes González / EPASA)
Leoncio Berrío
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Era el salto más esperado en Panamá. En la comunidad de Altos del Atlántico, en la provincia de Colón, lugar donde está ubicada la residencia de "El Canguro" Irving Saladino, había un ambiente parecido al que se vivía en los tiempos cuando Roberto "Mano de Piedra" Durán realizaba algún combate.
Altos del Atlántico estaba como si fuera un pueblo fantasma, nadie se encontraba fuera de sus hogares y la razón era muy sencilla: todos estaban pegados frente al televisor, atentos para ver el salto de Saladino que lo clasificaba para disputar la final de salto de longitud en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro.
De esa realidad no escapaban el padre de Irving, el señor David Saladino; su madre, la señora Cristina de Saladino, y su hermano Abdul.
Bien acomodados en la sala de su hogar, los padres y el hermano de "El Canguro" estuvieron esperando frente al televisor, para ver el salto que le dio la clasificación a Saladino a la final de salto de longitud.
RECIBEN LA NOTICIA
Cuando todos pensaban que iban a pasar por la televisión el salto, porque el reloj marcaba las 2:30 de la tarde, se tuvieron que conformar con saber, a través de la televisión, que "El Canguro" ya había saltado y clasificado a la final por el registro que marcó en su primer y único intento, que fue de 8.38 metros.
No se puede negar que no ver el salto les cayó como un balde de agua fría, pero Irving alcanzó el primer objetivo.
No todo fue tristeza, ya que los padres de "El Canguro" pudieron hablar a través de la televisión con su hijo.
"Irving, felicidades", fueron las primeras palabras de Don David para Irving. A lo que éste respondió: "Usted sabe que estoy trabajando como siempre, y mañana (hoy) voy a hacer todo lo posible para romper el récord Panamericano, pero primero voy a saltar para asegurar la medalla y después ir por ese récord".
Finalmente, Saladino le prometió al pueblo panameño que ganará la medalla de oro y manifestó lo siguiente: "Esperen esa medalla, que Dios primero va a salir. Estoy conforme con este salto de 8.38, porque solamente era para clasificar, ya que mañana (hoy) estaré por encima de los 8:50".
ALIENTO
La madre de Irving alentó a su hijo, manifestándole que "logrará ganar la medalla en nombre de Dios".