La noche estuvo cargada de romanticismo y la voz de Pette Romero ayudó a que el ambiente se tornara nostálgico y nos trasladara a los cabarets y casinos de los años cuarenta y cincuenta, cuando éramos llamados la tacita de oro. ¡Wao!

La camaradería le hizo honor al nombre del disco: Gran revista musical, Felipe Rodríguez y sus amigos, ya que a lo largo y ancho del teatro La Huaca, del Centro de Convenciones Atapla lo que sobraron fueron los abrazos de gente que encontró en este ambiente íntimo los recuerdos de sus años mozos.

Desde el inicio se sintieron las fusiones y la primera fue con Lágrimas Negras, que fue interpretada por Felipe Rodríguez y Lucho Salazar junto con Jhonn Nicky, quien le puso rap a la canción, haciéndola diferente.

Pedro Azael puso su granito de arena y le compuso dos temas para esta manufactura musical, las cuales se intitulan Soy Chiricano y Se Vale Soñar, la que cantó don Felipe a dúo con Maleine Miranda.

Esthercita Nieto hizo bailar a los presentes con Sentimieto del Alma, acompañada del acordeón de Ormelis Cortés, en representación de Ceferino Nieto, quien sufrió quebrantos de salud.

Los internacionales también hicieron de las suyas.

El cubano Héctor Tellez nos regaló un popurrí de los hermosos boleros Mujer, Vereda Tropical y Me gusta todo de ti.

Pedro Brull, de la orquesta La Mulenze, cantó al lado de Felipe Rodríguez, A mi manera, y arrancó miles de aplausos.

La verdad, fue una noche maravillosa, en la que se hizo honor a toda una generación que se caracterizó por ser romántica.