Alberto Reyes conducía el bus de la ruta Tumba Muerto-Santa Librada, con matrícula B-3104, iba a una excesiva velocidad, perdió el control y se salió de la vía arrastrando a dos sujetos. También pasó por encima de un jardín, arrancó de raíz un árbol de mango y fue a parar contra las pilastras de la vivienda 102, propiedad de Eloisa Araúz, quien se encontraba cocinando. Junto a ella dos niñas le acompañaban, éstas salieron ilesas, pero estaban muy asustadas.

Adolfo Córdoba, de 49 años, y José de La Cruz Vergara, de 58 años, quedaron debajo del bus con toda su fisonomía destruida.

Los vecinos indicaron que el bus iba vacío, y su conductor, al ver la trastada que hizo se dio a la fuga, con temor a las represalias de los familiares. Más tarde se entregó a la Policía. Se desconoce el paradero del otro responsable de este doble atropello.

Los vecinos indicaron que urge la colocación de policías muertos en este sector, ya que es una vía estrecha y se presta para malas prácticas como las regatas.

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