La aviación israelí castigó ayer el sur del Líbano, al día siguiente de haber sufrido nueve bajas, su mayor pérdida desde que se inició la ofensiva contra el grupo guerrillero Hizbulá. Hasta ahora, 16 días de bombardeos y encarnizados combates en tierra, no han podido impedir las andanadas de cohetes de Hizbulá.
Ayer, un cohete de Hizbulá alcanzó una fábrica química en Kiryat Shemona, una población del norte de Israel. En principio no se conocía el tipo de sustancias afectadas, ni la magnitud de los daños.
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