"Yo antes tenía un problema con las drogas y la adicción me llevó a cometer ese error, pero hoy he cambiado, gracias al apoyo y al amor de mi familia", cuenta Luis Enrique, un joven de tan sólo 20 años que cumple su condena en el Centro de Cumplimiento en Tocumen.

"Los primeros días sin mi hijo no fueron fáciles y aún no lo son. No me acostumbro a no estar con él", contó con dolor su madre.

SU VIDA EN EL PENAL
Para Luis Enrique, el entrar al centro no fue fácil. "Yo era como ellos", refiriéndose a los jóvenes de la primera fase, quienes aprovechaban la presencia de los medios de comunicación para gritar improperios. "Pero uno aquí se rehabilita", dijo el joven, quien ese día obtuvo su Diploma por terminar el Curso de Ebanistería.

SUS SUEÑOS
Luis Enrique espera con ansias el día de su salida, porque quiere rehacer su vida. "Quiero trabajar para ayudar a mi mamá y conformar una familia. Esto que me pasó a mí es una lección de vida", concluyó.