Hey, doctor! ¿Cómo viene? Esta es la pregunta que hacen muchos conductores a los médicos antes de salir al traslado de un paciente. Si la respuesta es "estable", el viaje será a unos 100 kilómetros por hora, pero si es "malo", prepárese para ver en la calle a una ambulancia a más de 150 kilómetros por hora.
Juan (nombre ficticio para proteger su identidad) es uno de estos choferes con años de experiencia. Él advirtió que reportan los daños mecánicos, las llantas lisas, los cambios de aceite, pero la respuesta es que no hay presupuesto.
Denunció que "el dinero que entra lo toman para arreglar otros problemas y así pasa de semana en semana; mientras tanto, la ambulancia tiene que responder, esté en buenas o malas condiciones.
En ocasiones, las ambulancias sufren daños en el trayecto y deben cambiar al paciente a otro vehículo para llegar a su destino.
Para empeorar la situación, falta personal, por lo que los conductores están trabajando 24 horas, dos por cada turno. Lo más peligroso de este hecho es que a veces deben viajar desde Las Tablas a Panamá, dos a tres veces diarias cada uno.
Sin embargo, no todos los conductores son buenos. Hay los que abusan de la velocidad en las vías y los que no se preocupan por el estado de la ambulancia.
Este diario conoció que el conductor que manejaba la ambulancia el día del accidente en Loma Campana, tenía 12 denuncias de doctores y enfermeras por manejo irregular.
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