Aunque los cuatro sujetos retenidos por averiguaciones fueron dejados en libertad horas más tarde, el camión color blanco cargado de hierros que pertenecían al puente del río de San Miguel, permanecía en las instalaciones de la Policía Nacional.

Los informes revelan que se trataba de unos sujetos con residencia en Río Hato y Penonomé, quienes pretendían vender los hierros pensando que estaban abandonados y sin dueño.

El camión fue interceptado en Chigoré de Penonomé, luego de una llamada anónima.

Los sujetos alegan que llegaron al lugar, vieron los hierros viejos y al preguntar si tenían dueños, un señor les dijo que no sabía y ellos pensaron que ya no tendrían uso.