Si sobra pan se puede optar por tostarlo para el desayuno del día siguiente, o cocinar una sopa de ajo. También es una excelente idea emplear el pan para ligar salsas.

Las sobras de la paella pueden ser una excelente guarnición para carnes o pescados, dependiendo de la elaboración de la misma. Otra opción es hacer una vinagreta y elaborar una ensalada de arroz con el sobrante.

Las legumbres sobrantes se pueden mezclar con un poco de leche y mantequilla para hacer una crema o pasarlos para elaborar un puré. Los garbanzos del cocido pueden freírse con cebolla, ajo y perejil para elaborar otro día un plato diferente. Con las verduras se pueden cocinar pasteles salados.

Con las cabezas, colas y espinas del pescado hervidas se hacen fumets (caldo de pescado) para dar sabor a los arroces, por ejemplo. Si sobra bacalao se pueden cocinar unas croquetas o unos pimientos rellenos, mientras que desmigado puede servir para una sopa de pescado.

La carne guisada que sobra se puede emplear para hacer croquetas, la tradicional receta de ropa vieja o picarla para cocinar unos espaguetis.

Cuando las frutas están demasiado maduras o se prevé que pueden perderse, es conveniente hacer mermeladas.