Cada rincón del Teatro Nacional se llenó con los acordes de la guitarra de Luis Enrique, Guillermo y Rómulo, cuyas voces resonaban en los oídos y corazones de cada uno. Poco a poco se fueron uniendo los integrantes de Tuira, que con su percusión, bajo, teclado, saxofón, coristas y hasta acordeonista, lograron una perfecta armonía.

Lo mejor es que fue por una importante causa, ya que entre mensajes socioecológicos y ritmos caribeños, estos grandes de la canción unieron sus voces para concienciar al público sobre la preservación del medio ambiente.

El broche de oro fue la participación conjunta de todos para cantar "La rosa de los vientos".