Crece silvestre. La tagua es un fruto natural, producto de unas palmas que crecen de 16 y 17 pies, en sitios tan distantes como Darién.
La tagua es recogida del suelo por el grupo wuonan. Esta creativa etnia la trabaja a punta de cuchilla, la lija y después la pinta con tintas naturales, sacándole formas de animales de mar y tierra.
Proveniente de esta milenaria tradición, Tony Membora crea con este material toda clase de curiosidades en conjunto con otros artesanos, entre ellas joyería y pequeñas esculturas.
Membora consideró que el crear joyería con tagua le está dando buenos resultados. Indicó que de la bisutería lo que más tiene salida son los collares, en los que se ha adherido un ocelote como peleando por su vida.
En cuanto a las pequeñas esculturas, dijo que confecciona serpientes, tortugas y hasta aves.
Este hábil hombre reconoció que toda la artesanía wuonan es calificada tanto nacional como internacionalmente, por lo que invita a todos los panameños que aprendan un poco más de ella, porque es arte cien por ciento istmeño.
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