Clorinda Meléndez, de 36 años, es una humilde mujer que emigró con su famili de La Mesa de Macaracas a Tonosí en busca de mejores oportunidades.
Ella es madre de siete niños y comenta que sentía temor de tener otro hijo, no por falta de cariño, sino por el factor económico.
El hijo más grande tiene 18 años, mientras que el pequeño cuenta con ocho meses, está bien de salud, pero la niña de cinco años sufre de una alergia, que la obliga a llevarla todos los miércoles al Hospital en Las Tablas, para inyectarle un medicamento.
Por ello, decidió acudir al llamado de la Caravana de la Salud, que hace cirugías de Salping a las mujeres que no pueden sufragar los gastos.
Manifestó que su esposo es el único que trabaja, mientras ella se encarga de cuidar a los niños, por lo que no podían pagar la operación.