Reconocer que su hijo tiene una personalidad poco agradable no es malo, al contrario, es una práctica saludable que le permite remediar a tiempo situaciones que en el futuro pueden influenciar la vida de sus hijos y su relación con otras personas.
Siguiendo estos consejos, aprenderá a lidiar con un niño de temperamento difícil.
Niño agresivo: Jamás lo castigue con más agresividad, ya que sólo le estará enseñando que la agresividad es lo más útil para resolver problemas.
Los mañosos: Con estos pequeños practique lo que se llama "consecuencia natural de la conducta". Por ejemplo, si al niño no le gustó la comida, no lo obligue a comer; pero tampoco le dé nada hasta que llegue la hora de la próxima comida. Es fundamental que la mamá y el papá no sientan culpa y no cedan ante la presión.
Otra alternativa es la pérdida de privilegios; es decir, que si el niño no come, déjelo sin ver su programa favorito.
Es importante que siempre aplique las sanciones en forma inmediata y evite eso de esperar a la noche cuando llegue el papá (o la mamá) para castigarlo, ya que el niño no va a saber si lo están reprendiendo porque le pegó a la hermana, desordenó la casa o porque no comió.
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