El temor se apoderó de los estudiantes de tercer grado de la Escuela República de Costa Rica de La Chorrera, al encontrar sobre el maletero del auto de su maestra, un pequeño ataúd de madera atado con una cinta roja.
En dos de sus lados, el pequeño cajón tenía escrito con letras de color amarillo el nombre de la educadora Diana Salado.
Dentro había centavos, pedazos de carne y la pata de un pequeño animal, todo con un polvo de color azul.
Según la maestra, poco después de la hora de entrada, sus alumnos le informaron que había olvidado algo sobre el vehículo, por lo que mandó a dos de ellos a que se lo trajeran. Ellos regresaron minutos más tarde, nerviosos y aseguraron que le habían dejado una brujería.
Agregó que optó por informar a la directora de la escuela y luego a revisar lo hallado en el auto, que se encontraba estacionado a un lado de la cancha de basketball.
Al plantel se presentó la directora Regional de Educación, Ana de Santamaría, quien fue la que abrió la pequeña caja de madera.
Mencionó que se deben tomar medidas de seguridad para evitar la entrada de personas ajenas al centro educativo, para lo cual deben existir inspectores en las puertas de acceso.
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