Gertrudis vive, temporalmente, en Arraiján, en casa de unos familiares para poder realizar el negocio en La Peatonal, pero viaja dos veces por semana al Cacao de Capira, pues sus padres viven allá y debe llevarles los alimentos.

El negocio de este amable y risueño señor consiste en la venta de hojas de paja de limón, ajos, culantro y otras hierbas aromáticas, que muchos buscan para medicina o para hacer tés.

Cuenta Gertrudis que tiene clientes fijos, ya que son pocos los que venden estos productos, y como ya lo conocen, eso le favorece porque logra vender más.

Algunos de los productos los trae él mismo, y otros algunas personas que vienen del interior y que ya son sus suplidores.

Le gusta vender buenos productos y siempre frescos, porque piensa que de esa manera mantiene la clientela, al tiempo que puede que lo refieran y su negocio crezca.

A pesar de que no tiene hijos y sólo debe mantener a sus padres, Gertrudis madruga todos los días para estar a las seis de la mañana y vender sus productos.

"El trabajo honra, por eso vengo todos los días a trabajar. Aunque sea poco, siempre cuento con lo necesario para subsistir y no tengo que hacer cosas vergonzosas", dijo Gertrudis, mientras arreglaba la mercancía para la venta.

PRECIOS
Los productos que vende Gertrudis no pasan de B/.0.25, lo que hace que muchos le compren.