Ganar o ganar, no hay de otra para nuestra Selección Nacional de Fútbol.
Todos sabemos que nuestro equipo llega mentalizado al encuentro de hoy frente a Guatemala, pero también sabemos que vamos a jugar en casa del contrario, donde se tendrá que jugar de manera sólida por más de 90 minutos, para sacar los tres puntos que nos mantenga vivos camino a la cita mundialista. Creo yo que en la cabeza de nuestros jugadores sólo deben tener un pensamiento: ¡ganar a como dé lugar! porque un parpadeo nos puede poner fuera de carrera. Nuestros jugadores deben pensar también que es el último barco que zarpa hacia un destino desconocido y paradisiaco, como lo es el mundial de fútbol mayor, cosa que para Panamá es uno de los platos más caros del menú.
No creo que sea cosa de rezar, ni pedirle a Dios, porque El juega para todos. Pero algo que debemos recordar de nuestro Señor Padre son estas palabras: "Ayúdate, que yo te ayudaré", o sea que parte del trabajo lo deben poner nuestros jugadores. También deberán dejar en claro ante su fanaticada que ese segundo lugar de Copa de Oro no fue un mero "zapallo". De perder será como caerse de la cama y despertar de un sueño grato, como fue pensar estar el próximo julio del 2006 escuchando nuestro himno en los estadios de las tierras "bávaras".
|