Les cuento que desde muy temprano los verdaderos fans de estos dos salseros se dieron cita en el Estadio Nacional, imagínense que hubo algunos que aparecieron desde las 4:00 de la tarde sin importar que una leve llovizna se asomaba. Lo curioso es que las chicas, las señoras y hasta las más pequeñas de la casa, se prepararon; unas para ver a Marc y otras para viajar en el tiempo con Willie, pues llegaban muy arregladitas, con blower y todo, pero preparadas con paraguas, por si la naturaleza estaba en su contra.

Los chicos ni se diga, se vistieron casual, pero bastante bien. ¡Menos dejarse!

Si lo que desean saber es si el concierto estaba lleno o vacío, les podemos decir que el VIP estaba repleto, los palcos también, las butacas, no tanto y el gallinero de 15, nanai nanai, vacío, vacío.

Algo que nos encantó fue la organización, el público asistente no se pude quejar; los orientaban a dónde sentarse, hubo buena logística y los precios de la comida y bebida estuvieron accesibles. Como buenos panameños, la gente "chupó bastante". ¡Jooo!

¿Y las personalidades? Pues no faltaron, por allí vimos a Juan Carlos Varela, a su esposa Lorena Castillo, a María Ruffo, Casís, César Anel, Miguel Oyola y hasta Rolando Sterling, los dos últimos en VIP. ¡Vaya, vaya!

Oye, y queremos dejar clarito algo, en ese espectacular show, había gente de todas las edades coreando fuerte, fuerte los temas. Para dar una cifra algo extraoficial, había unas 10 mil personas inyectándose de salsa.

¿Y el show? Amigos, se inició con el cantante nacional Mauses. Él interpretó dos temas: "Oír tu voz" y "Cómo olvidarte"; después de allí, Willie y Marc se apoderaron de la tarima y entre salsa del recuerdo y salsa sensual, la gente salió contenta. ¡Mañana les contaremos más!

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