Lave cuidadosamente todos los alimentos frescos cuando lleguen a su cocina.
Mantenga en frío sus alimentos, desde productos lácteos hasta aquellos que luego de su preparación no se consumen del todo.
Separe los alimentos cocidos de los crudos.
Limpie profunda y frecuentemente el derredor donde prepara o manipula sus alimentos.
Si va a almacenar algún alimento, lave el envase y seque bien antes de usarlo.
Lávese las manos antes de manipular alimentos.
Verifique que los empaques no estén abiertos.