¡Cómo añoro y recuerdo los jueves de hace dos y un año! Era algo increíble, en cada oficina, escuela y casa, de lo único que se hablaba era de Vive la música.
Lastimosamente, eso ya es cosa del pasado, porque con la nueva versión de este concurso la situación es diferente, los comentarios son menos, los taxistas ni hablan del asunto y del concurso es lo último de lo que se quiere hablar.
Antes, hasta peleas y discusiones se formaban con este tema, pero ahora nadie pierde su tiempo. ¿Qué pasará?, es la pregunta que muchos nos hacemos.
Aunque no les tenemos la respuesta, hay quienes sostienen que todo se debe a que los participantes no cantan como los de los años anteriores. No hay concursantes que espelucan como lo hacía Brenda Lau, tampoco nadie te hace recordar momentos inolvidables con su amada o amado como pasaba con Tayna Pinder y menos hacen levantar al público a cada rato como lo provocó Karen Peralta, Manuel Araúz y Julieta Villamonte. ¡Qué feo!
Ya han pasado cinco galas y el concurso sigue flojo, aunque los jurados digan lo contrario.
Nosotros (medios) no tenemos la culpa de que los participantes no se luzcan, por lo tanto seguiremos escribiendo lo bueno y lo malo de Vive la música, aunque los jurados les digan a los chicos que no hagan caso a las críticas de terceros. Además, que los participantes se molesten y griten a los cuatro vientos que los periodistas deben subir a una tarima y cantar. Recuerden que no somos artistas, pero tampoco somos sordos ni ciegos.
Aguanten, que para eso son personas públicas y aprovechen la fama gratis.
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