La solidez implantada por el conjunto transalpino resultó infranqueable para el cuadro balcánico, que padeció más dificultades que en el encuentro de ida, en el que su rival estaba obligado a marcar goles.

No tuvo ataque el Estrella Roja y la tarea resultó fácil para el Milán, más aún cuando Filippo Inzaghi aprovechó su ocasión a la media hora de partido para encarrilar del todo la eliminatoria. El jugador puso a su equipo adelante al minuto 29, y a los 79 Seedorf aumentó. A los 80, Dokic descontó.