Si me pongo a detallarles paso por paso todo lo que sucedió en la Arena Roberto Durán, donde se dio el evento, no terminaría jamás, pero intentaré contarles lo más emotivo, eso que logró que el público, en su mayoría de más de 25 años, estallaran en emoción y terminaran sin voz de tanto corear.

El inicio lo obviaremos, puesto que no fue nada genial, además el lugar apenas se estaba llenando, aunque nunca quedó repleto. Nuestra historia se iniciará con Toby King, quien a nuestro juicio, y al de todos los gritaban, fue el que encendió la noche. Eso sí, con sus éxitos de antes y ese baile cómico que lo caracteriza.

VIEJA GUARDIA PRENDE EL "SHOW"
Con la presentación de Tony Bull, nos dimos cuenta de que los verdaderos salsosos son los veteranos, ellos sí que saben como encender al público.

Para muestra un botón: Rasta Jam, quien pegó sus temas hace más de 15 años, pero, aún así, la gente los coreaba como si fuera ayer, y hasta saltaron con "El camión lleno de gon".

La presentación de Tommy Real tampoco se puede quedar por fuera, los hombres cerraban los ojos y alzaban las manos para cantar esos temas tan románticos que catapultaron al artista, como "La Voz".

¡Ahhh! Y se acuerdan de ese tema que decía: "Este el paso del ventilador...", bueno, su intérprete Burrel la botó; este cantante tenía éxitos para tirar al aire.

LO MEJOR DE LO MEJOR
Pero si hubo una presentación que nos dejó casi mudos, fue la de Kafú Banton. Las personas se sentían tan identificadas con la canción "Vivo en el Guetto" que no lo dejaban ni interpretarla. Cuando sus minutos habían terminado, ya que todo estaba cronometrado, el público no dejó que Kafú se fuera, y no le quedó de otra que cantar a capela. Luego, presentó a su hermano menor, quien también canta, aunque no tan bien como él.

Y cuando pensaron que el éxtasis musical había llegado a su fin, apareció Ness, y cuando menos lo esperábamos, Calito Soul, el romántico de los 90, quien con su particular voz recordó temas como "El Traje rojo", "Sin Ti", entre otros. A estas alturas, ya los presentes estaban roncos.

Con tanto talento, Nando Boom no se quiso dejar, pero el público no reaccionó como él esperaba, quizás ya estaba cansado.

Y es que bajaba un artista y subía otro, algunos buenos y otros no tanto, pero así le tocó el turno al Comando Tiburón, quien como siempre la botó, aunque su "show" casi siempre es el mismo.

En lo que a mí respecta, sólo podré contar hasta aquí, eran las 3:40 de la madrugada y tenía que partir, y todavía faltaban los más esperados: El Roockie, Renato y El Kid.