Hola Moza: Te escribo porque tengo un problema que me llena de vergüenza, pues siento que cada vez pierdo más el control.
Le cuento, soy un hombre de 31 años y tengo la mala costumbre de esperar que los buses estén llenos para tocar a las mujeres de forma disimulada, sobre todo en el trasero.
Como el bus está lleno, ellas ni saben quién es, también les rozo mis partes.
Me causa gracia verlas mirando mal a otros hombres y gozo aún más cuando insultan a unos pobres inocentes.
Un día hasta se formó una pelea en un bus por mi causa, y se llevaron a un poco de gente presa.
Ese día eso fue un pandemonio... gente gritando, y el marido de la tipa a la que toqué, le rompió la cara a un viejito, que si bien estaba pasado en tragos, no estaba ni por él.
Vieran como pedía misericordia el pobre señor, pues el marido de la chica era un tipo agarrado y joven.
Ahora analizo mi actitud y siento pena, porque me estoy volviendo una mala persona.
Lo extraño es que soy un hombre casado con una mujer que se ve bien, que me costó bastante trabajo conquistarla.
No busco la pornografía ni aguaitar a otras mujeres, solo tengo este mal vicio. Malucón.
ESTIMADO AMIGO
Te felicito porque reconoces que estás padeciendo un problema.
Sería bueno que fueras a un sicólogo para alivies ese mal que se te puede convertir en algo obsesivo y compulsivo.
Creo que tienes actitudes infantiles y que más que por una idea sexual lo haces para ver a otros enojados, es más, todavía siento que disfrutas cuando me estás contando la historia.
Una vez tengas el problema resuelto, tu vida cambiará porque volverás a tener soberanía sobre tus impulsos, pues ni Dios lo quiera, un día podrías ocasionar una desgracia, si es que no te pescan y te dan una golpiza o te llevan preso. |