Increíble. Después de muchos años de ausencia en el deporte, reapareció la supermascota, la reivindicación pura de los amigos leales que tanto gusta a los niños, conquista a los adultos y seducen a los atletas.
Berlino, el nuevo héroe que se hizo tan famoso en Panamá y en el mundo a raíz del recién terminado Mundial de Atletismo, se ha convertido en la mascota más querida del planeta.
Por ejemplo, en el mundial de fútbol de Alemania 2006, nadie recuerda a esa mascota fea y tristona, llamada Goleo, el que recibió más críticas que felicitaciones. Este león casi ni se vendió.
En cambio, la imagen de Berlino con Usain Bolt señalando al cielo salió en todos los portales y medios impresos.
Este oso corría, saltaba, era un "showman", incluso estuvo a punto de lesionar a una atleta.
OTRAS MASCOTAS
En el medio sufrimos a Striker 94', el perro futbolista, y, en menor medida, a Footix 98', el gallo lookeado de pajaro loco. El neoliberalismo noventoso hizo estragos. Poco quedaba de Ciao 90' o del machismo mexicano de Pique, un chile picante, con sombrero mariachi y rudos bigotes.
Gauchito fue otro emblema y estaba diseñado a imagen y semejanza de la Argentina setentista: un niño con un látigo en la derecha y nada en la izquierda.
MASCOTAS OLIMPICAS
En lo que a Juegos Olímpicos se refiere, lo último que tuvimos cerca fue a Beibei, Jingjing, Huanhuan, Yingying y Nini. El quinteto que formaba "Bienvenidos a Beijing".
Garpaban, pero hasta ahí. Quizás el simpático oso Misha de Moscú 80 es el punto más alto de una cadena de mascotas que contó con extremos: desde el mediático perro Cobi de Barcelona 92, hasta el desapercibido Izzy de Atlanta 96.
LA NUEVA ESTRELLA
Berlino, un oso pardo con músculos verdes que representa al Mundial de atletismo de Berlín, no será el guapo del barrio, pero gana con la simpatía.
¿Quién abrazó a Usain Bolt cuando terminó los 100 metros?, ¿quién tiró al piso a la atleta alamena Steffi Nerius, luego de pegar saltos por toda la pista?
¿Quién puede salir aplaudiendo detrás de la canciller Angela Merkel o abrazar a una atleta que salió última? ¿Quién puede arrodillarse en la mitad de la pista, para alentar a los muchachos que corrían los 10.000 metros o posar cual figuretti en cada entrega de medallas? Sólo esta supermascota.
Berlino, sin las extravagancias de sus predecesores, pudo desde la simpleza, reivindicar la vilipendiada profesión mascoteril. Hizo todo eso y va por más. Grande mascotín.
RECUERDEN
Berlín ama a Knut, un oso polar nacido en el Parque Zoológico, repudiado por su madre y criado con biberón. Se convirtió en la mascota de la capital.
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