La temporada que comenzó el sábado, en España, cuenta con una buena cantidad de jugadores argentinos, ya sea por su "aterrizaje" en la liga o por el cambio de equipo.

Los dos más llamativos de todos son dos grandes organizadores del juego: Juan Román Riquelme, indiscutible cerebro del Villarreal, y Pablo Aimar, que salido de una grave lesión, demostró el sábado que es el verdadero revulsivo del Valencia.

El pequeño cordobés marcó, además, un gol que no sólo dio el triunfo al Valencia, sino que devolvió la ilusión y encandiló a la afición naranjera, preocupada por la primera ausencia de su equipo en Europa en siete años.

Al Villarreal de Riquelme, que volvió a dar pases magistrales a su compatriota Lucho Figueroa y al máximo goleador de la pasada temporada, el uruguayo Diego Forlán, le amargó el debut en la Liga el Osasuna del mexicano Javier Aguirre, con dos golazos de cabeza del argentino Bernardo Daniel Romeo, que eclipsó a sus compatriotas del "submarino amarillo".

Después de volver al fútbol español tras sus vicisitudes en el FC Barcelona y en el Mónaco, Javier Saviola es la esperanza de la afición sevillista.

En su debut, el "Conejo" no salió como titular y sólo jugó 35 minutos para sustituir al goleador Kepa, y tuvo tres grandes ocasiones que él buscó, pero que no pudo concretar ante la valla.