Los hijos de Yoel Pineda no podrán conocer la diferencia entre la tiza y el ratón.
Ahora les queda una brecha muy marcada entre la tecnología y la educación. Los estudiantes de la escuela primaria de Santa Cruz, deben enfrentarse al difícil reto de superar el obstáculo tecnológico: no tienen la oportunidad de utilizar una computadora.
Santa Cruz es un corregimiento que se localiza en el distrito de San Félix, muy próximo a las aguas del Pacífico panameño, y no tiene ninguna computadora ni siquiera para facilitar a los estudiantes la oportunidad de conocer las partes de este equipo, que es la maquinaria utilizada en cada centro de trabajo en las empresas públicas y privadas.
Mientras los educadores siguen protestando en las calles por un aumento salarial, los padres de familia de este corregimiento continúan preocupados por el futuro de sus hijos, ante el choque que cada año enfrentan al entrar a los colegios de educación media y carecen de esta deficiencia educativa.
A pesar del largo camino que han cruzado muchos egresados que salieron de este centro educativo, en la actualidad hay médicos, personal de enfermería, técnicos y licenciados en diferentes disciplinas que superaron estas vicisitudes para convertirse en profesionales.
Un caso de esta superación fue el ingeniero Alfonso De Gracia, quien falleció en el 2004, luego de recibir un disparo en la cabeza propinado por un estudiante en el Instituto Profesional y Técnico de David, donde trabajaba como profesor de Física, que lo dejó con una muerte cerebral. Era un egresado de esta escuela.
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