Nada le preocupa ni le roba el sueño. El alemán Michael Schumacher reiteró que está contento pilotando en Ferrari, pese a las dificultades de la escudería italiana este año, desmintiendo el rumor de su posible traspaso ayer en vísperas de los primeros ensayos libres del Gran Premio de Fórmula 1 de Italia en Monza.
"Soy piloto Ferrari y soy feliz", declaró el siete veces campeón del mundo que llega a Monza, feudo de Ferrari, con 40 puntos menos que el líder del Mundial de pilotos, el español Fernando Alonso.
"El próximo año tomaré una decisión sobre la prolongación de mi contrato, punto final. Nunca ha habido nada más", aseguró el alemán, que afirma confiar en la capacidad de Ferrari para volver a lo más alto el año que viene.
"Siempre repito que mientras matemáticamente el título no esté perdido, lucharemos", afirmó Schumacher en cuanto a sus opciones en el Mundial. Aunque admitió que "siendo realista, uno sabe que se ha acabado, sobre todo después de Turquía", donde tuvo que abandonar el 21 de agosto.
A OTRA COSA
Schumacher dijo que no desea que sus hijos sigan sus pasos en las carreras de automóviles.
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