El director de la obra Bruce Quinn mencionó que el musical A Chorus Line es totalmente diferente a los que ha dirigido, porque siempre los actores reconocen la obra, pero esta es lo contrario, ya que es dedicada a todos los bailarines.
Para Quinn, realizar esta obra no fue ningún problema porque la actuación es natural, no lleva vestuarios pomposos, ni un escenario espectacular, sólo el último acto es el que lleva un vestuario elegante y cierran el show con la canción "One".
De este musical las personas podrán disfrutar y conocer cómo es la vida de un bailarín y por qué son considerados como los gitanos del teatro, contó.
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