Fue una lluvia de luces. A las 7: 00 p.m., ni un minuto más ni uno menos, cinco puntos de Panamá fueron el lugar de concentración de los curiosos que querían ver el despliegue de fuegos artificiales, como preámbulo al inicio de los trabajos de ampliación del Canal.
Desde temprano, las personas, en su mayoría niños, se dieron cita en el Cerro Ancón, el Cristo Redentor de San Miguelito, la 24 de Diciembre, Veracruz y la ciudad de Colón.
Todo parecía una fiesta, las luces iluminaron la oscura noche, tanto, que parecía que el Cristo Redentor revivía entre ellas.
¡Meteorito!, decían unos; ¡qué lindo!, susurraban otros. Lo que sí es cierto es que cada vez los fuegos artificiales sonaban más fuerte, llegando a estremecer todo el lugar, lo que provocó que muchos corrieran producto del miedo, pero al final, todos disfrutaron.
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