En 1919, en la comunidad de La Madera de Coclé, un niño de ocho años llamado Abraham Herrera decide aprender, de la mano de un amigo de la familia, el arte de confeccionar sombreros, motetes (enormes cestos utilizados para cargar productos agrícolas), canastas y diversos artículos utilizados por los campesinos de su región.
Hoy, 90 años después, "El abuelo Abraham", como le dicen sus nietos y bisnietos, aún cuenta con las energías necesarias para mostrarnos lo aprendido.
¿POR QUE LO HACE?
Él confesó no gustarle estar desocupado, por lo que invierte todo su tiempo libre en la elaboración de esos productos, que, posteriormente, vende a la personas que lo visitan. "Esto lo hago en mi tiempo libre, porque no me gusta estar sin nada que hacer y así me mantengo ocupado", dijo.
SU FAMILIA
Abraham tiene 14 hijos, de los cuales nueve son mujeres y cinco varones. Poco a poco la familia va creciendo a tal punto que se le hace difícil contarlos. "Yo no sé cuántos somos en la familia, pero la última vez que los contamos eran más de 100", afirmó.
A sus 98 años, el señor cuenta con buena visión, por lo que puede ver cada una de la costuras a la hora de elaborar un sombrero, y, aunque con un poco de dificultad para oír, tiene excelentes condiciones físicas que le permiten disfrutar de la energía y entusiasmo que le transmiten sus familiares que lo visitan a diario.
Abraham Herrera es alegre, carismático y digno de admirar, y se ha convertido en uno de los hombres con más edad en el país, está a punto de cumplir un centenario al lado de todos su seres queridos.
VISITELO
Usted puede adquirir los productos elaborados por Abraham, en La Madera de La Pintada. |