El amor los ha unido en las buenas y en las malas. Astevia Gaona, quien vive en el sector 3 de Samaria, lucha cada día por mantener su hogar en buenas condiciones y a su esposo en un buen ambiente, pero las limitaciones físicas y económicas no la favorecen en nada.
Severo Rodríguez y Astevia están enfermos. Él sufrió un derrame cardiovascular que lo mantiene casi postrado, pues no habla mucho y casi no camina, mientras que Astevia sufre de retraso mental. Astevia, después de que tuvo a su hija, quedó con un problema psicomotor que no le permite moverse normalmente.
Se conoció que estos adultos mayores dependen de sus hermanas para sus cuidados. Pero aun así necesitan una vivienda nueva, porque la que tienen se está cayendo; no posee un servicio ni un baño adecuado; el piso es muy irregular y las paredes y ventanas están muy deterioradas. Por otro lado, carecen de muebles y los colchones ya no sirven. Cuando llueve, cae más agua adentro que afuera, dijo una sobrina de Astevia.
Para que Severo se mueva un poco y haga ejercicio, necesita una andadera y una nueva silla de ruedas. La que tiene, ya no sirve.
PELIGRO
Como Severo no puede caminar, cuando lo intenta, se cae, por el deterioro del piso. Está en peligro de golpearse gravemente.
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