Cuentas claras. Fue a las 8:00 a.m., cuando autoridades y miembros de la Policía de Arraiján allanaron una propiedad donde funciona la cantera La Mandinga, luego que la noche del martes la seguridad evitó la entrada del alcalde, que quería investigar lo que allí sucedía.
La decisión se da porque los vecinos denunciaron que el entrar y salir de los camiones ha dañado la calle y que la cantera contamina el río Mandinga con sedimento de las piedras que extraen.
Pero no sólo es eso, pues sospechan que en la cantera se saca más material del que reportan al pagar los impuestos municipales. "Tenemos entendido que la empresa adeuda una cantidad de dinero a la Alcaldía que deben cancelar", dijo alcalde Manolith Samaniego.
En tanto, Rolando Benítez, encargado del proyecto por parte de CUSA, expresó que están anuentes a dar todo tipo de documento para comprobar que el trabajo que hace es transparente.
La compañía inició operaciones en el 2005 con la construcción de la carretera de acceso al puente Centenario y reactivaron la cantera en junio de este año.
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