Una década llena de amistad, comprensión y momentos emotivos, celebró ayer la Comisión Nacional de Mujeres Ciegas de Panamá, y entre charlas y una hermosa oración de gracias festejaron unidas su aniversario.
Un cambio de pensamiento en las mujeres no videntes y sus familiares, al incentivarlos a actuar y enfrentarse al competitivo mundo externo, es uno de los principales fines de esta organización que busca cada vez mayor integración de no videntes en Panamá.
Según Albertina Navarro, coordinadora del grupo, la iniciativa surgió hace diez años, pues necesitaban incentivar a estas damas que por una razón u otra habían perdido la visión y a la par su autoestima, al sentirse en muchos casos inferiores a las demás personas, sin pensar que por sus habilidades pueden salir adelante y "desempeñarse en cualquier aspecto de la vida, ya sea laboral o profesional".
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