Pero para ser más justo, comparto con ustedes las apreciaciones de un compositor e intelectual panameño sobre el programa 'Buscando El Flow', no sin antes advertirle que si usted creía que yo era mordaz o duro con mis apreciaciones, lea: "...el mal gusto chorreaba como en un colador. Yo creo sin temor a equivocarme que lo más aberrante, runcho y falto de clase amén de canto, que he visto en nuestra televisión en muchos pero muchos años, es el Flow. No encuentro término para definirlo en su totalidad. Es la gran lepra cultural..."

Y es que es bien comprensible que el televidente se sienta de esta forma, porque ese programa es otro de esos espacios donde el gusto se fue por una letrina. Es un espacio que ofende, agresivo. Es un programa malo, feo, sin pie ni cabeza, no tiene nada de productivo y menos aporta algo, ni siquiera a sus participantes. Es como un casting para pertenecer a la mara salvatrucha. Es perder la oportunidad de resaltar un género musical que gusta en este país. Es desperdiciar un espacio donde podían demostrar y ayudar a que la gente deje de pensar que ese género es para maleantes.

Imagínese usted que este espacio tiene un cuerpo de jurados que da vergüenza. Que quieren hacer papel de intelectuales de la música, expertos y lo que parecen es ser jefes del guetto, de maras, por su comunicación corporal y ni hablar de su léxico. Su manera de hablar y el tono son tan desagradables como lo que "cantan" los participantes.

Pero si en 'D'Flow' llueve, en 'Infraganti, buscando a Pepito' hay Tsunami. Soy fiel creyente que Panamá, en Óscar Díaz, tiene a uno de sus mejores talentos. Yo le admiro su creatividad, su facilidad de interpretar lo que le da la gana, su profesionalismo, pero como presentador de este espacio de "chistes", él es un mal chiste. Es como un chiste vulgar con piernas. Es tan desagradable ver a 'La One Two' animando un programa, porque no solo le roba el mandado a los participantes, sino a los jurados que después quieren hacer chistes como si fueran ellos los participantes.

Dígame usted, por favor, ese señor que se hace llamar 'Sargento Espinoza' qué talento tiene, qué credencial tiene. Dígame qué cosa, además de escándalos públicos, La Cáscara y una canción tan mala como sus apreciaciones, ha hecho este personaje para merecer ser jurado. Dígame honestamente si los participantes de este programa podrán llegar a ser un Poveda, un Chiquitín de Mama o un Compa. Dígame si no es desagradable ver a Leopoldo Mojica haciendo una y otra vez su papel de homosexual de la 4 de julio. Dígame con honestidad si usted se ríe de unos chistes que lo que dan es ganas de llorar. ¡Dígame!

La producción nacional se está llenando de espacios de medio real. Los programadores y productores están dejando de hacer buena televisión para llenar la parrilla de programación con espacios no solo de real y medio, sino hartos de vulgaridades, mal gusto, insultos y malos ejemplos. Esto es grave, esto es de urgencia, porque si usted hace un análisis a conciencia de lo que hay en televisión en este momento, es para llorar, para salir corriendo, para cambiar de canal de manera automática y no sintonizarlos más. Atrás quedaron esas franjas familiares de Telemetro que reunía a toda una familia. Atrás quedó una generación de profesionales de verdad que sabían animar, divertir y entretener con buen gusto.

Escriba a: eltitin.diaadia@gmail.com