A pesar que la cicatriz en el rostro no ha sido problema para Milton, no se descarta que para el futuro le pueda significar algún trauma.
Por ello busca ser incluido en Operación Sonrisa para borrar las cicatrices que le dejó un incendio.
Todo pasó cuando Milton tenía 10 meses de nacido, y las llamas de un mosquitero incendiado dejaron una (1) marca en el rostro y nueve(9) en el brazo izquierdo, que lo obligaron a mantenerse recluido en el Hospital del Niño por dos meses.
Hoy, su madre Felícita Ábrego hace esfuerzos para que Milton Aparicio sea incluido en el programa de Operación Sonrisa y poder borrar las marcas que el fuego le dejó.
Relata que el incidente ocurrió en una casa chica en Garachiné, provincia de Darién, aunque luego del accidente decidió mudarse Villa Grecia, Panamá.
Felícita explica que había dejado al Milton junto a su hermano en la misma cama, pero al parecer movió el mosquitero, que estaba cerca de la lámpara de querosene y terminó por incendiarse.
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