A un costado de la iglesia que alberga al Cristo Negro en Portobelo, desde que era niña, vende Susan Roux estampitas e imágenes alusivas a este milagroso santo.
Su trabajo siempre lo realiza, aunque el agua no lo traiga ningún cliente, ya que más que por el dinero, lo hace por devoción.
Esta labor proviene de familia, puesto que todos sus parientes se han dedicado a la economía informal.
Los artículos que oferta están desde los dos hasta los cuarenta balboas y son muy variados. Además de las imágenes del “Naza”, se encuentran en su pequeño puesto de buhonería otros "santitos", como el San Miguel Arcángel, San Pancracio, San Expedito, la Virgen del Carmen, La Merced y el Divino Niño. Precisó que hay días buenos y días malos, y que septiembre le trae un cardumen de compradores, debido a que se acercan las fiestas del 21 de octubre.
Esta joven, de 23 años, contó a Día a Día que su hija de dos añitos y su novio ocupan todos sus pensamientos y la hacen seguir siempre adelante.
A las personas que son seguidoras del Cristo Negro las instó a que no pierdan la fe y que siempre se acerquen a Portobelo a ver al Nazareno, ya que es muy milagroso y le cumple, sobre todo, a los que lo siguen.
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