Además, los pescadores realizaron la primera cosecha de ostras, cuyo resultado fue de 12 docenas.

El periodo de cría y cosecha fue de ocho meses; ya que en este tiempo adquieren un tamaño de 7 a 8 centímetros, adecuado para su comercialización.

Diana Araúz, administradora general de la ARAP, mencionó que las semillas de ostras utilizadas para este proyecto fueron adquiridas a través del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S.C. de México (CIBNOR), como parte del Convenio de Cooperación Técnica y Científica entre México y Panamá.

También explicó que durante el cultivo hay que realizar limpiezas periódicas para evitar que las ostras sean atacadas por organismos colonizadores y depredadores como los caracoles y cangrejos. Además, se deben monitorear las condiciones ambientales del agua como lo son la salinidad, temperatura, oxígeno y transparencia.

Con este proyecto se beneficiaron 20 familias.